miércoles, 22 de abril de 2015

A Bella, mi bella...


En pocas horas serán cuatro años de tu viaje al arco Arcoíris, mi Bella, Bellita bella...
Mi amiga vino de una estrella;
era noble, especial,
como los buenos amigos
suelen ser.
Con ella todo era luz,
alegría,
a pesar de sus travesuras
y de su testarudez.
Crecimos juntas…
Mientras ella me hacía
una persona mejor,
conservaba
un alma de cachorro
que el tiempo no pudo vencer.
Nunca importaron
las almohadas rotas,
las sillas mordidas,
o los zapatos destrozados.
¿Quién podía disgustarse
con sus ojos de miel oscura
y su mirada de “yo no fui”?
Los años la lastimaron
y tuvo que abandonarme.
Regresó a su estrella…
Se llevó la luz del sol.
Sin embargo, no se ha ido.
Está en los días claros y de lluvia,
en la luna y en los luceros,
en el diario que hicimos juntas
aquí, en el corazón.
Hoy recuerdo a Bella.

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